El kamishïbai, que literalmente significa "teatro de papel", tiene su origen en Japón en el siglo XII, donde su utilizaba en templos budistas para transmitir enseñanzas morales al pueblo que no sabía leer. En los años 20, con la gran crisis, tuvo un gran auge, y mucha gente para poder ganarse la vida, iba con su bicicleta de pueblo en pueblo contando historias con su pequeño teatro de madera a cambio de unas monedas, los gaito kamishibaiya.
En Francia está muy extendido el uso del kamishïbai como recurso docente, que nos permite trabajar tanto la comprensión oral, como la expresión oral y escrita. Fácilmente adaptable a cualquier público o situación, a mí me parece que no debemos perder la oportunidad de trabajarlo en clase.
Normalmente dedico una unidad completa a trabajar la médiathèque y la lectura en sexto de primaria. Como tarea final de la unidad, construimos un kamishïbai de cartón, normalmente el butai ( soporte) con una caja de cereales o de zapatos y las láminas con cartulina.
Como esta situación no nos va a permitir trabajar en clase, he decidido adaptar el kamishïbai a las nuevas tecnologías.
He utilizado Canva para crear las láminas de mi kamishïbai on line. He preparado dos archivos, uno con las imágenes y otro con el texto para aquellos que les cuesta un poquito más.
Después, con la aplicación scoompa vídeo, he grabado mi propia película para compartirla con mi alumnado a modo de ejemplo.
Para facilitar al alumnado el envío de sus vídeos sin subirlos a un servidor público, he creado una tarea en Flipgrip con contraseña en la que compartir rápidamente desde la tablet o cualquier dispositivo.
Estoy deseando ver qué historias maravillosas nos aguarda esta tarea.
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